miércoles, 7 de diciembre de 2011

Delirio XXII

Me encontrarás perdida en cualquier bar. Con los labios rojos y el rímel corrido de tanto llorar. Borracha de amor, colgada del brazo de algún chico guapo, que me besa en la boca con la esperanza de pasar un buen rato en mi cama y marcharse mañana. Y me dejo hacer, me rozan sus dedos y siento tu tacto electrizándome la piel. Y cuando me besa me sabe a tu boca, a tus besos de ron con coca-cola. Susurra palabras en mis oídos, mientras yo escucho cómo se aceleran tus latidos. Y me hace el amor. Yo cierro los ojos y aún puedo sentirte, jurándome entre gemidos que nunca vas a irte. Y mientras él cree que me está haciendo suya, tu lengua traviesa lame las heridas que has dejado en mi piel, marcándome a fuego que soy para ti y no de él. Tus ojos azules se clavan en mi alma, recordándole a mi calma las promesas que me hiciste aquella vez, que para toda la vida tú y yo íbamos a ser, que nunca, jamás, me dejarías de querer.

I.

No hay comentarios:

Publicar un comentario